viernes, 26 de noviembre de 2010

El Holmes de... Ana Miralles

Ana Miralles (1959) forma parte de ese grupo de grandes dibujantes de cómic españoles que, a causa de la poca o escasa repercusión de la industria del noveno arte en España, han tenido que buscarse la vida en otros países, en Francia en su caso. Así, tras iniciarse en la década de los 80 en revistas como Cairo, y realizar diversas obras como Eva Medusa o una adaptación a las viñetas de la novela ganadora del Premio Planeta En busca del Unicornio de Juan Eslava Galán, pasaría a colaborar con Glénat en el país vecino.
Sin embargo su gran obra, realizada junto al guionista Jean Dufaux para Dargaud, sería la extensa serie Djinn, que sigue abierta con un tercer arco argumental en ciernes. Aparte de Djinn, también se ha ocupado de ilustrar De mano en mano, una interesante historia que analiza a la sociedad actual a través del camino que realiza un billete de 20 euros, y que está guionizada por su pareja, Emilio Ruiz. La trayectoria de Miralles le hizo merecer finalmente el Gran Premio del Saló del Cómic de Barcelona en el año 2009, siendo la primera vez que este galardón recaía en una mujer.



NOTA: Debo decir que, de entre todos los autores que han tenido la amabilidad de ofrecerme su versión de Sherlock Holmes, pocos han sido tan agradables como Ana Miralles, que no dudó en regalarme un buen rato de agradable conversación, a la cual se unió también su compañero Emilio Ruiz. Tal y como ella me dijo, ella concebía más a un Holmes hogareño, junto a la repisa de una chimenea. Cuando le comenté que el detective solía guardar el tabaco en una babucha persa, no pudo evitar reírse: “¡Será por babuchas!”, comentó (hay que aclarar que todo el primer ciclo de Djinn transcurre en Oriente Medio, por lo cual la presencia de babuchas persas es algo más que evidente). Tampoco se dejó la daga en la que Sherlock clavaba su correspondencia, aunque en este caso la transformó en un puñal de hoja curva. Desde aquí, mi absoluto reconocimiento a esa gran autora y persona que es Ana Miralles, y que me regaló esa gran ilustración dedicada.

martes, 23 de noviembre de 2010

Reseña: Sherlock Ninja

El año 2010 estará indefectiblemente marcado por el estreno del blockbuster Sherlock Holmes de Guy Ritchie, que para bien o para mal ha devuelto al personaje a la primera plana de la cultura de masas. No es de extrañar, por tanto, que antes y después del film surgieran gran cantidad de proyectos al amparo de esta nueva popularidad, a veces avanzándose incluso al estreno del film: es el caso de este Sherlock Ninja, un cómic único que se atreve a combinar las acrobacias de los guerreros orientales con la lucha contra el crimen del detective de Baker Street.

Antartic Press es uno de los sellos de cómic americano que, al margen de las grandes editoriales, han tenido una trayectoria fundada en el cómic comercial más que la línea independiente. En el caso de AP, su principal rasgo ha sido el género del amerimanga, o híbrido entre la narrativa típica del cómic USA con el aspecto gráfico del manga japonés. El resultado han sido títulos como Gold Digger o la célebre Areala Warrior Nun de Ben Dunn. Al margen de estas series principales, el resto de títulos ha tenido una trayectoria más bien errática, si bien la editorial siempre ha contado con una presencia en el mercado, gracias a sus éxitos o a proyectos puntuales, como este que nos ocupa.




Sherlock Ninja es, a todas luces, un puro divertimento que nos presenta a un detective muy distinto al que todos conocemos, transformado en un auténtico guerrero ninja: la Inverness se convierte aquí en una extensa capa que flota mientras el héroe corre por las azoteas de Londres (sic), mientras que al a parafernalia típica de la pipa o el deer-stalker se añaden las katanas o shurikens.

La historia nos presenta aun misterioso y violento guerrero asiático llamado The Iron Monkey (el Mono de Hierro), cuyo tacto es capaz de matar, y que se encuentra en la capital británica en busca de una extraña gema que contiene su alma. Como no podía ser de otra forma, la joya se encuentra en poder de una dama que, ignorante de su auténtica naturaleza, acude a Baker Street para pedir la ayuda de Sherlock Holmes, sabiendo únicamente que un asesino va en busca de la gema y su vida corre peligro. Si bien al principio el detective se muestra reticente a aceptar el caso, pronto será capaz de captar la presencia encerrada en el interior de la joya (gracias al entrenamiento aprendido en sus viajes, dice, referencia a su periplo tibetano, suponemos), y tras dejar a su clienta a buen recaudo, decide enfrentarse directamente al Mono de Hierro.




No faltan detalles ciertamente interesantes, como el refugio oculto en el Big Ben o la espada inocente que jamás ha derramado una gota de sangre (y única arma capaz de vencer al Mono de Hierro), sin embargo, en general el experimento puede considerarse fallido. No tanto por introducir a Holmes en una historia de corte asiático, ni siquiera por el estilo gráfico en sí, sino por alejarse en exceso del personaje y su mundo. Fred Perry, dibujante y responsable también del argumento, demuestra su absoluto desconocimiento del detective de Baker Street, hasta el punto de que en la historia no aparece ninguno de los secundarios habituales (Watson, la señora Hudson, Lestrade…), y la representación que se realiza de Baker Street, sobre todo del exterior, hace pensar que el autor no se ha molestado en leer uno solo de los relatos de Conan Doyle.

En conclusión, una curiosidad más en el cada vez más extenso panorama de cómics dedicados a la figura de Sherlock Holmes, debutando en esta ocasión en un género como el amerimanga.





FICHA-

TÍTULO: Sherlock Ninja

EDICIÓN ORIGINAL: Noviembre 2009

EDITORIAL: Antartic Press

GUIÓN Y DIBUJO: Fred Perry

EDICIÓN ESPAÑOLA: No hay




viernes, 19 de noviembre de 2010

Sherlock Holmes en The Spirit

En enero de 2007, el guionista y dibujante Darwyn Cooke iniciaba una nueva serie de The Spirit, el personaje creado por el desaparecido Will Eisner. A fin de lanzar la serie, y teniendo en cuenta que el personaje se publicaría bajo la cabecera de DC, el debut de la serie sería un número doble especial, con guión de Jeph Loeb y dibujo del propio Cooke, en el que se produciría un crossover entre Spirit y Batman, seguramente el superhéroe más parecido al héroe de Central City.
La excusa, en este caso, era una convención criminal para la cual se reunían los comisarios más importante del país, entre los que se contaban Dolan y Gordon, confidentes respectivos de Spirit y Batman. Esta coincidencia nos ofreció imágenes como la siguiente, en la que cada uno de los comisarios acaba como pareja de la enemiga de su protegido (P'Gell y Hiedra Venenosa), momento en el que Dolan aprovecha para su particular homenaje a nuestro detective preferido (acompañado de Hiedra como Watson):




El cómic, por cierto, se encuentra publicado en nuestro país por Norma Editorial, en el número 0 (sí, sí, el cero) de The Spirit de Will Eisner.

martes, 9 de noviembre de 2010

Wigram y Watkiss: el cómic que nunca fue

Cuando, allá por junio de 2008, saltaron las primeras noticias de que una nueva producción cinematográfica volvería a llevar a Sherlock Holmes a la gran pantalla, muchos fuimos los que nos quedamos asombrados al conocer el origen de la trama del futuro film. Todavía sin protagonistas (Downey Jr. y Law aún tardarían en aparecer), Warner BROS. solo aseguraba que la nueva aventura del detective de Baker Street sería la adaptación de una novela gráfica inédita de próxima aparición.

Desde entonces, los aficionados al noveno arte (y a Holmes) nos interesamos por esta “novela gráfica”, e incluso tratamos de investigar (o más bien apostar) cuál sería la editorial española que con mayor posibilidad publicaría la obra en nuestro país. Sin embargo, los meses pasaban y mientras que la producción avanzaba e iban apareciendo nuevas noticias acerca del film, nada nuevo se sabía del cómic. Lo único que se sabía a ciencia cierta era que se trataba de una novela gráfica con guión de Lionel Wigram (uno de los productores de la película) y dibujo de John Watkiss.

El tiempo, como suele pasar casi siempre, acabaría por colocar las cosas en su sitio, o al menos, por aclarar la confusión: la novela gráfica jamás se publicaría porque no existía; en realidad, Wigram y Watkiss habían realizado una serie de imágenes conceptuales, una muestra de ilustraciones del tono que el productor pretendía dar al a película (ni siquiera story-boards, eso llegaría después), y que sirvió para que Warner diera luz verde la proyecto.

Muchos nos desilusionamos al conocer la verdad, especialmente por la ilusión que a los aficionados al cómic nos hacía saber que un blockbuster basado en Holmes tendría su origen en el noveno arte; sin embargo, y pese a no poder disfrutar del cómic, sí hemos podido conocer esas imágenes, que han sido publicadas en algunas ediciones especiales del DVD de la película o, como en el caso de las ilustraciones que acompañan a este post, en ediciones especiales y numeradas de pocos centenares de ejemplares.

Un vistazo a esta docena larga de ilustraciones nos muestra a un Holmes muy alejado tanto de su imagen clásica como (por extraño que pueda parecer) de la que ofrece en la película. Así, tenemos a un Holmes de cabello largo, atlético y juvenil, que nos aparece armado con un nunchaku y una espada, como si de un guerrero ninja se tratase. Watson, por su parte, vuelve a ser un ayudante barrigudo (con aspecto de matón de taberna, a mi parecer), y en el caso de Irene Adler la transformación llega a rayar el paroxismo: la “mujer” se transforma en una especie de heroína hipersexualizada con un traje que no deja de recordar a la Vampirella de Warren Comics.

Según declaraciones de Wigram, las imágenes responden a su idea personal del personaje: “Me di cuenta de que, al leer las historias, la imagen que tenía de ellas era muy distinta a la que la gente solía tener”. Y tanto que distinta; la cuestión es que al señor Wigram ni se le pasó por la cabeza que pudiera ser él quien tuviera una visión equivocada… En conclusión, la colección, huelga decirlo, no va más allá de una amable curiosidad para sherlockianos y holmesianos, que en poco o nada identificarán al detective de Baker Street. O, como mínimo, y visto el resultado final, tal vez sirva par que más de uno reconozca que, a fin de cuentas, la película de Guy Ritchie tampoco estaba tan mal, con lo que podría haber acabado siendo…

viernes, 5 de noviembre de 2010

El Holmes de... David López

David Lopez (1975) es uno de los dibujantes españoles pertenecientes a la hornada de artistas de nuestro país que, durante estos últimos años, han irrumpido con fuerza en el mercado norteamericano, llegando a trabajar para las dos grandes editoriales. Así, tras algunas colaboraciones puntuales para DC, fue escogido en 2003 para acompañar al guionista Peter David en Fallen Angel (El ángel caído), serie de la que es creador y de la que se ocupó del dibujo en sus primeros veinte números.



Poco después empezaría una trayectoria de dos años en Catwoman, con guiones de Will Pfeifer, además de participar en la maxisaga Countdown. Recientemente ha dado el salto a Marvel, donde se ha ocupado de relanzar a los personajes de Hawkeye y Mockingbird en una nueva serie. Aparte de su trabajo para América, entre su obra más personal destaca Espiral, que ha sido sucesivamente publicada por Camaleón Ediciones, Planeta de Agostini y Norma Editorial.

NOTA: David López es uno de los pocos dibujantes que, aparte de ofrecerme su versión personal y dedicada del detective de Baker Street, he ido tratando después a lo largo del tiempo, llegando incluso a compartir alguna noche de alcohol y farra por Barcelona... Adviértase que el error ortográfico en la frase de Holmes no es tal, sino que David trató de hacer una broma referida a mi trabajo como corrector... en fin...
Por cierto, aprovecho para recomendar la serie Fallen Angel, ya que el propio dibujante me confesó que, a la hora de crear el aspecto gráfico del personaje del doctor Juris, el guionista Peter David le había dado como referencia nada menos que a Basil Rathbone. Ahí queda la imagen; juzguen ustedes mismos...