jueves, 24 de febrero de 2011

Reseña: 221, rue des Lilas

Es bien conocido que a finales de los años setenta, y sobre todo durante la década de los ochenta, el género del cómic vivió una auténtica edad dorada en nuestro país. En estas fechas en que se conmemora un intento de atentado contra la libertad como fue el frustrado golpe de estado del 23-F, no está de más recordar que la transición trajo consigo toda una serie de corrientes e ideas prohibidas durante la dictadura francesa, como fue toda una nueva creatividad, auspiciada por la libertad de expresión. Las mordazas a fin caían, y con ellas, los cómics de autores europeos y americanos asomaban la cabeza por nuestro país, a la vez que hacían surgir a nuevos autores y dibujantes.


Cimoc fue una de las cabeceras que apareció al amparo de esta efervescencia cultural, entre las cuales se encontraban también otros títulos como Zona 84, Rambla o Cairo, todas ellas publicaciones dedicadas a ofrecer lo mejor del cómic internacional y nacional, con nombres ilustres entre sus páginas como Luis Royo, Alfonso Azpiri, Frank Miller, Enrique Breccia, Rubén Pellejero, Vittorio Giardino o Daniel Torres, por citar solo unos cuantos.
En el caso que nos ocupa, hablaremos del número 77 de Cimoc, publicado por Norma Editorial en 1987, hace la friolera de 24 años. Como siempre, este número ofrecía un buen puñado de historias cortas de diversos autores nacionales y alguno internacional, todo ello presentado por una espectacular portada del genial ilustrador Luis Royo: así, en este número podemos encontrar desde a Víctor Mora hasta Carlos Trillo, pasando por Alfonso Font o Tha. Sin embargo, el punto de interés de este número se centra en la historia titulada 221, rue des Lilas, realizada por Jean Pierre Croquet (guión), un veterano con varios pastiches del detective publicados por Soleil, y François Boucq (dibujo), veterano dibujante responsable de títulos como Bouncer o Janitor, y en la que los autores firman una deliciosa recreación del detective de Baker Street.


La historia, de apenas 12 páginas, nos presenta a Eustache Palot, un auténtico fanático de las aventuras de Sherlock Holmes que, tras recibir por sorpresa una abultada herencia, decide poner todo de su parte para convertirse en el propio detective: así, convierte su casa en una recreación al detalle de los aposentos de Baker Street, se compra un macfarlane y un gorro de dos viseras, e incluso toma clases de violín. Y no solo eso, sino que consigue tener de compañero de aventuras (y narrador de esta historia) a un doctor, en este caso llamado Henri Detalle, que se convertirá en involuntario testigo de todo lo que ocurra.



La historia, sin embargo, no puede quedarse aquí, ya que todo investigador necesita un misterio a su medida, y a Eustache-Holmes se lo proporcionará el más célebre de los asesinos: Jack el Destripador, que según el investigador es la figura que se oculta tras los asesinatos de prostitutas que está asolando la ciudad de París. De alguna forma, el criminal ha logrado pasar de Inglaterra a Francia, para continuar así con su macabra labor...


Con nuevos asesinatos de prostitutas y la policía cada vez más confusa, Eustache-Holmes parece ser el único capaz de ver alguna luz entre la oscuridad, y así, prosigue su investigación al margen de las fuerzas del orden, si bien su involuntario Watson decide seguirle la corriente a fin de no perturbar más su retorcida mente.
La historia, finalmente, tiene una conclusión del todo inesperada que convierte a esta historia simpática en un relato redondo y algo grotesco, debido a un giro argumental que el guionista, sin ser del todo original, introduce con maestría. En cuanto al dibujo, Boucq demuestra un enorme conocimiento del dibujo detallista, y apesar de presentar unos rasgos excesivamente feístas y casi caricaturescos en sus personajes, domina lo suficiente la narrativa para que la historia fluya sin problemas a lo largo de las páginas.
Solo un pequeño inconveniente: los 24 años pasados desde la publicación de esta historia en Cimoc la convierten en un auténtico hallazgo para cualquier holmesiano, ya que no me consta que haya sido reproducida de nuevo (agradecería, por supuesto, alguna información al respecto. ¡Gracias!).


FICHA-


TÍTULO: "221, Rue des Lilas", en Cimoc 77

EDICIÓN ORIGINAL: 1987

EDITORIAL: Norma Editorial

GUIÓN: Jean-Pierre Croquet

DIBUJO: Boucq

jueves, 17 de febrero de 2011

Sherlock Holmes y los WildCats

Wildcats: Némesis es una miniserie de nueve números publicada entre 2005 y 2006 por WildStorm, el sello editorial creado por Jim Lee y recientemente desaparecido tras su inclusión en DC Comics. La historia recupera al grupo superheroico más clásico y conocido de WildStorm, los WildCats (creados por el propio Jim Lee), que en esta historia nos presentan a uno de sus mayores enemigos, una asesina casi inmortal e implacable que ha ido dejándose ver a lo largo de la historia de la Humanidad, dando lugar a distintas divinidades de la venganza. Así, Charis de la Adrastea, el personaje alrededor del cual gira toda esta historia, es más conocido por el sobrenombre que recibió durante la Grecia clásica: Némesis, la encarnación femenina del espíritu de la venganza.


Con guión de Robbie Morrison, la miniserie cuenta con dos dibujantes principales (aparte de alguna colaboración anecdótica en algún número): Talent Caldwell y Horacio Domingues. El primero es el encargado de plasmar el enfrentamiento actual entre los WildCats y Némesis, mientras que el segundo, dotado de un estilo más clásico, con coloreado directo sobre el lápiz, se reserva para los numerosos flashbacks de la historia, en los que se nos va desgranando la trayectoria vital de Némesis en momentos como la Ley Seca, la Francia de Richelieu o... el Londres Victoriano.
Efectivamente, será en el sexto número de esta miniserie donde encontraremos el encuentro entre Némesis, convertida en una dama victoriana, y nuestro famoso detective. El guionista, sin hacer un prodigio de originalidad, decide situar la acción durante los asesinatos de Whitechapel perpetrados por Jack el Destripador, un criminal que oculta una identidad mucho más grotesca de lo que pudiera parecer...


Como se puede comprobar, la imagen de Holmes que aparece en este flashback es la clásica, con el detective en batín y su pipa característica, si bien es cierto que se prescinde de otros adornos como la gorra de dos viseras. Aparte de esto, Domingues dota al personaje de un aire visual muy juvenil y, me atrevería a afirmarlo, lo convierte en un individuo atractivo.
Sin duda, el gran acierto del guionista es que, al contrario que el resto de flashbacks, esté está introducido por Watson, más concretamente a partir de las "Memorias de John H. Watson, M.D.", lo cual nos indica que al menos se ha tomado la molestia de consultar las fuentes originales. E incluso se atreve a comparar a Charis/Némesis con la misma Irene Adler, según las palabras del buen doctor: "Para Holmes, Irene Adler, que le había vencido con no poco estilo cuando intentó evitar un potencial escándalo en Bohemia, fue siempre "la mujer". Sin embargo, la srta. Adler, Norton de casada, no fue la única dama en ganarse la admiración y el respeto de mi amigo. Hubo otra...". Huelga decir que esta otra dama será Némesis, a quien Holmes se referirá como "la otra mujer".


La acción, como ya decíamos, se centra en los crímenes de Jack el Destripador, motivo por el cual Charis decide acudir al detective. Ella sabe que tras los asesinatos se oculta un daemonita, una entidad alienígena contra la cual la raza de Charis, los kherubim, sostienen una guerra que dura milenios (si no han leído jamás Wildcats, por favor no traten de entenderlo: a mí mismo me cuesta). Finalmente, impelido por su curiosidad, Holmes acepta plantar una trampa al asesino, cuyo cebo será la propia Némesis. Así, Charis se hace pasar por prostituta en Whitechapel, y no tardará en ser asaltada por un párroco que, con la excusa de ayudarla, acaba atacándola.



Como no podía ser de otra forma, Holmes y Watson acuden en ayuda de Charis, si bien la aventurera demuestra ser muy capaz de cuidar de ella misma. Tras una persecución en coche de caballos, y la inevitable escena en la que la heroína pierde parte de su ropa, será Holmes quien dé el golpe de gracia al asesino, demostrando así al detective que, más allá de lo que puede explicar la razón, todavía hay maravillas que escapan al entendimiento. Algo que no asusta al detective, al contrario: lo considera un reto para sus facultades, tal y como afirma inmediatamente:



Esta promesa merece una respuesta por parte de Charis/Némesis, como no podía ser de otra forma:


El resto de la miniserie, flashbacks incluidos, son una historia bastante típica y tópica al más puro estilo superheroico, con revelaciones, héroes estereotipados y mucha adrenalina, y si bien el final cuenta con una conclusión bastante conseguida, me temo que los nueve números de WildCats: Némesis, con su referencia holmesiana incluida, no estarían entre los mayores y más logrados homenajes a nuestro querido detective.


FICHA-

TÍTULO: WildCats: Nemesis 1-9

EDICIÓN ORIGINAL: 2005-2006

EDITORIAL: WildStorm

GUIÓN:Robbie Morrison

DIBUJO: Talent Caldwell, Horacio Domingues y otros

EDICIÓN ESPAÑOLA: WildCats: Némesis 1 (números 1-4), junio 2007, WildCats: Némesis 2 (números 5-9), julio 2007; Norma Editorial

viernes, 11 de febrero de 2011

El Holmes de... Tim Sale

A pesar de contar con una amplia trayectoria a sus espaldas, probablemente la carrera de Tim Sale (1956) vaya inextricablemente unida a la de Jeph Loeb, guionista junto al cual ha realizado clásicos del cómic superheroico contemporáneo como Batman: El largo Halloween o Dark Victory, así como proyectos que repasaban los orígenes o etapas antiguas de algunos personajes, como Daredevil: Yellow, Hulk: Grey o Spider-Man: Blue.
Previo a su colaboración con Loeb, Sale había publicado ya series en Dark Horse (Amazon, recientemente reeditada en nuestro país), e incluso había sido el escogido por Jim Lee para ocuparse de los primeros números de Deathblow, con un estilo claramente influido por la Sin City de Frank Miller. También se había ocupado de rescatar a los Challengers of the Unknown, un grupo creado por Jack Kirby para DC y que habían servido de germen para los 4 Fantásticos. En todas estas obras deja la huella que le ha hecho famoso: un trazo enérgico y expresivo, alejado de la línea firme y algo rígida de otros autores.


Al margen de su actividad como dibujante, uno de los últimos y más conocidos proyectos de Sale ha sido su colaboración en la serie televisiva Heroes, donde además de ejercer de asesor artístico se ha ocupado de pintar los cuadros precognitivos de uno de los personajes.

martes, 1 de febrero de 2011

Sherlock Holmes es una m**rd*

Curiosa referencia holmesiana la que trataremos hoy; al menos, pocas veces habremos podido encontrarnos con un hallazgo tan inclasificable referido al detective de Baker Street... y en este caso, lo hallamos oculto en el cómic Fiz del dibujante Kiko da Silva, álbum aparecido hace ya casi cinco años. A fin de describir el cómic, me limitaré a copiar la descripción que el propio autor hace de su personaje en el propio álbum: "Fiz- Tiene tres años, tres pelos y tres debilidades: las cacas, los mocos y el pis. También tiene una gran imaginación. Algunos dicen que es un niño muy guarro, pero lo cierto es que es guarro porque es un niño".



Así, pues, Fiz nos explica las andanzas de un niño fascinado con la escatología, los excrementos, los pedos... en historias cortas de apenas una página, Kiko da Silva realiza una auténtica lección de lo que es un cómic de humor, y a decir verdad es posible leer el cómic sin sentir ningún tipo de asco (si bien siempre puede haber alguien demasiado pudoroso...).
Y en este curioso álbum, Fiz comparte un par de aventuras con un extraño personaje llamado nada más y nada menos que Serlock Cacolmes, y que tiene este aspecto...


Pues sí, en este álbum Sherlock Holmes es una m**rd*. Pero una auténtica m**rd* de verdad, vamos, de esas que huelen mal y que más de uno tenemos la desgracia de pisar cuando nos miramos al suelo mientras vamos por la calle. Puedo decir que, de entre todas las encarnaciones del detective, en las que podemos encontrar desde versiones futuristas hasta animales antropomórficos, no me había encontrado nada parecido a esta... bueno, a esta m**rd*.


Como no podía ser de otra forma, Serlock Cacolmes no actúa solo, sino que en sus aventuras está acompañado de su inseparable compañero el doctor Warrón. Siempre desde la perspectiva de Fiz (recordemos que es el protagonista del cómic), Serlock Cacolmes y Warrón se dedican a investigar asesinatos y crímenes contra la comunidad de excrementos a la que pertenecen, y cuyo culpable siempre resulta estar bastante cerca, como podemos ver en esta tira...




Lástima que el personaje no tenga más continuidad... ¿se imaginan lo que sería un duelo Holmes-Moriarty en el universo de Fiz? ¿Y la historia del Perro de los Baskerville? ¿Y...?

TÍTULO: Fiz

AÑO DE EDICIÓN: 2005

EDITORIAL: Faktoria K de libros, Colección BD Banda

GUIÓN Y DIBUJO: Kiko da Silva