miércoles, 11 de mayo de 2011

Basil, el ratón superdetective

En los años 80, las cosas no pintaban nada bien para Disney. La fuga de varios de sus animadores principales, unida a diversos fracasos cinematográficos, hicieron que esta época se convirtiera en un momento de especial crisis para el estudio, que no se recuperaría hasta 1989 con el estreno de La Sirenita, Así Basil, el ratón superdetective (1986) supone una auténtica joya dentro de esta época oscura de la compañía Disney: estrenada en 1986, desde el primer momento fue alabada por la crítica y contó con buena acogida en taquilla, así como sus repetidas versiones domésticas en formato VHS, DVD o Blue-Ray.



La historia nos narra la aventura que el dr. Dawson, un ratón cirujano militar recién llegado de Afganistán, vive junto a Basil de Baker Street, un inquilino del propio Sherlock Holmes que vive en su propio edificio y que goza de la misma destreza para resolver casos. Juntos deberán enfrentarse al malvado profesor Ratigan, "el Napoleón del crimen" según lo llama Basil, y para ello deberán encontrar al padre de Olivia Flaversham, una ratoncita que ha visto cómo secuestraban a su progenitor el mismo día de su cumpleaños. El sr. Flaversham un destacado juguetero especializado en autómatas, es la pieza involuntaria de un retorcido plan de Ratigan para hacerse con el gobierno del imperio británico, y solo Basil y Dawson serán capaces de impedirlo.



El film es, a todas luces, una excelente divertimento para toda la familia, e incluso puede llegar a sorprender su contenido más propio de adultos en algunas escenas, como la gata de Ratigan devorando a un ratón (que, pese a aparecer entre sombras, resulta bastante explícito), o el número musical "Let me be good to you", una canción de cabaré en la que el espectador malintencionado podría hallar referencias sexuales, o al consumo de alcohol y drogas. La música de la película, por cierto, corresponde al mítico Henry Mancini.


Respecto a las referencias holmesianas, el film abunda en ellas: no solo los protagonista son unos perfectos sosias de Holmes y Watson, sino que encontramos los tópicos más evidentes (la investigación científica, la indumentaria, incluso las audaces deducciones a partir de minúsculos detalles), así como rastro de algunos relatos, siendo el más evidente "El problema final", que presta la conclusión a la historia cambiando Reichenbach por el Big Ben de Londres. También hay homenajes a las típicas "death-traps" de las películas de Basil Rathbone. Además, el mítico actor no solo presta su nombre al ratón superdetective, sino que en la versión original, en la escena en la que Holmes aparece se utilizará su propia voz para doblar al personaje.



Título: Basil, el Ratón Superdetective

Director: Ron Clements

Estreno: 1986

No hay comentarios:

Publicar un comentario